A todos los que convivimos con perros y los consideramos parte de nuestra familia, se nos encoge el corazoncito cuando, por el motivo que sea (viajes, trabajo, enfermedad…), tenemos que dejar a nuestros peques a cargo de otra persona a quien todavía no conocemos.
La primera decisión que debemos tomar será el tipo de alojamiento que queremos para nuestro perro: ¿Residencia al uso, o casa particular? Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes, pero si te decantas por dejar a tu amigo en un alojamiento en familia, aquí te dejo diez consejos muy útiles para ayudarte a elegir bien:

1.TRATO CERCANO Y AMABLE

Porque la primera impresión es importante, presta atención a ese primer contacto con la persona que ofrece el servicio. Observa que la persona se muestre relajada, comunicativa, abierta y cercana. Que responda a todas tus preguntas con naturalidad y ofrezca información detallada acerca de las condiciones del servicio que ofrece.

2.MUCHO MEJOR SI ES PROFESIONAL

Elige alguien que sea profesional de la educación canina o que tenga formación al respecto. Lo normal es que tu perro no vaya a ser el único inquilino durante sus días de estancia, en cuyo caso, tendrá que compartir espacios, recursos y atenciones del cuidador, con sus nuevos compis perrunos. Es importante que la persona responsable tenga amplios conocimientos sobre conducta y comunicación canina que le capaciten para llevar a cabo una gestión correcta del entorno y así evitar que se produzcan situaciones de conflicto entre los perros para que la convivencia fluya de manera armónica y natural.

3.LO QUE VES, ES LO QUE HAY

Para evitar sorpresas de última hora, siempre es conveniente que tu perro y tú realicéis una visita previa antes de decidirte a contratar un servicio de guardería en familia. Así, podrás conocer el lugar donde se alojará tu perro, el entorno donde saldrá a pasear, y lo más importante, la persona que va a ser responsable de su cuidado (para mis chicos de guardería, yo soy “la tita Azu”). En esta visita podrás observar el modo en que la persona aborda el primer contacto con tu perrete y de qué manera interactúa con él. Es la mejor forma de confirmar (o no) que tu primera impresión fue acertada.

4.OJOS QUE NO VEN…

¡Pues no! Tenemos que poder ver a nuestros perretes jugando, comiendo, descansando, siendo queridos…Y también que nos cuenten con palabras cómo están y qué tal se están portando. Por eso es importante que el servicio que estamos contratando incluya el envío de fotos, vídeos y mensajes informativos donde podamos ver y nos cuenten, lo bien que está nuestro perro; Y como en la vida no todo va siempre sobre ruedas, si surgiese algún problema con nuestro perro, ser informados también de la naturaleza del mismo y las medidas que se están tomando para resolverlo y/o manejarlo.

5.¿Y QUÉ HAY DE LOS PASEOS?

Lo habitual en el caso de los alojamientos en familia, es que los paseos se lleven a cabo en la vía pública. Además de la frecuencia y duración de los paseos, es importante que conozcamos el tipo de paseo que ofrece el alojamiento: zonas de paseo (ciudad, parque, campo…) o si existe la posibilidad de que los perros puedan correr sueltos en espacios acotados y seguros. En cualquier caso, mi recomendación es que el alojamiento en familia ofrezca, como mínimo, dos paseos diarios de aproximadamente una hora de duración, y que exista la posibilidad de adaptar estas salidas a cada caso concreto (Por ejemplo, aumentando frecuencia y acortando duración para cachorros o perros senior).

6.NO TODO ES SALIR, COMER Y DORMIR

Y como no todo es comer, salir y dormir, un alojamiento en familia de calidad debería incluir siempre algunas actividades que enriquezcan el día a día de nuestros perros. Masticación, olfateo, juguetes interactivos…son actividades enormemente beneficiosas que no deberían faltar en la rutina diaria de cualquier perro. Asegúrate de preguntar qué actividades de este tipo ofrece el alojamiento.

7.EL AMOR TAMBIÉN IMPORTA

Una vez nos hemos asegurado de que las necesidades físicas y cognitivas de nuestro perro van a estar cubiertas, toca ocuparse de otras igual de importantes: sus necesidades afectivas. Un alojamiento en familia no puede llamarse así, si los perros alojados no comparten espacio y, sobre todo, tiempo de calidad, con las personas con las que conviven. Ratos de caricias, juegos e intercambios afectivos frecuentes, no deben faltar en el día a día de los “inquilinos”. Procura averiguar si el alojamiento elegido cubre estas necesidades de forma conveniente.

8.¿DONDE CABEN DOS, CABEN TRES?

Otro punto importante que debemos conocer antes de decidir dejar a nuestro perro en un alojamiento de este tipo es el número máximo de plazas que oferta. El número de plazas en una guardería familiar suele (y debe) ser limitado. De otro modo, se hace muy difícil poder ofrecer las condiciones de atención y personalización necesarias para cada perro, que es lo que caracteriza a este tipo de alojamientos y los diferencia de una residencia canina al uso. Así mismo, también la seguridad y la armonía en la convivencia se verán afectadas si el número de plazas es muy alto, ya que el espacio individual para cada perro se verá disminuido. No sé quién dijo aquello de “el roce hace el cariño” pero en el caso de perros convivientes, ¡mejor que corra el aire!

9.LO QUE DICEN LAS BUENAS LENGUAS

La mejor forma de encontrar un buen alojamiento en familia para nuestro perro es que alguien que ya ha sido cliente, nos lo recomiende. Nada mejor que una buena recomendación para superar esa desconfianza inicial y el vértigo que nos produce dejar a nuestro perro por primera vez con alguien a quien no conocemos. Un buen profesional, tendrá una página web donde se recojan testimonios reales de clientes, o bien podrá ofrecerte otras fuentes donde encontrar referencias de clientes satisfechos con su servicio.

10.¿Y DESPUÉS, QUÉ?

Después de buscar, seleccionar y hacer uso del servicio de alojamiento en familia, ¡por fin ha llegado el día de ir a buscar a nuestro perro! Este también es un momento importante por lo que, además de disfrutar del reencuentro con nuestro perrete, debemos prestar atención a algunos detalles que terminarán de dibujar la calidad del alojamiento en familia elegido, y determinarán si volveremos a confiar en ellos en el futuro. Presta especial atención a los siguientes puntos:

  • Apariencia general del perro: Limpieza, estado del pelo, peso, actitud alegre…
  • Actitud del perro hacia el cuidador: Si se acerca a él cariñoso y confiado.